Vélez-Málaga Parte 2

Vélez-Málaga Parte 2
Vélez-Málaga, Axarquía , Málaga

QUÉ VISITAR EN VÉLEZ-MÁLAGA


El casco antiguo de esta comunidad ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico en 1970, por eso es adecuado iniciar la visita a Vélez-Málaga por la plaza de San Francisco y su entorno, que presenta una estructura urbana laberíntica, la cual es herencia árabe, pero también posee los primeros ejemplos de la arquitectura civil veleña, aunque el edificio en torno al cual fue configurándose la zona es el Real Convento de Santiago o de San Francisco que fue fundado en 1498, y fue instalado en una mezquita que los Reyes Católicos hicieron consagrar como parroquia. Durante los siglos XVI y XVII estuvo sujeto a amplias transformaciones.

En su interior destaca la capilla del Buen Pastor que es un pequeño templo dentro de la iglesia, pues consta de una nave con coro, presbiterio y cúpula. Este espacio está decorado con elementos barrocos como guirnaldas, frutos, espejos, pinturas y yeserías doradas. De los dos claustros que tuvo, aún se conserva uno de ellos, en el que llaman la atención sus arquerías y pilares mudéjares.


El edificio civil más destacado de la ciudad es el Palacio de Beniel, que se encuentra cerca del convento franciscano, que fue mandado construir a principios del siglo XVII por don Alonso de Molina y Medrano; desde hace unos años es la sede de la Fundación María Zambrano. Su arquitectura es una mezcla entre mudéjar y manierista con algunos elementos renacentistas. El interior del edificio se distribuye en torno a un elegante patio con arcos que descansan sobre columnas toscanas, y en el exterior sobresale la portada de mármol con los escudos de la familia Molina Medrano, balcones de forja y una galería superior.


También se recomienda visitar la plaza de la Gloria que se encuentra ubicada en el lado sudoeste del Palacio de Beniel, desde la que se sube al cerro de San Cristóbal, donde se levanta la ermita de la Virgen de los Remedios, patrona de la localidad. La iglesia fue construida a mediados del siglo XVII y reformada posteriormente. Su planta es de cruz latina y las naves están cubiertas por bóvedas de medio cañón. El camarín de la Virgen, de planta cuadrada y decorada en estilo rococó, alberga pinturas murales que representan, entre otros personajes, a Felipe V y María Luisa de Saboya.

Otro sitio lleno de tradición que el visitante debe conocer es la Casa de Cervantes, por la que se llega desde la plaza de San Francisco, que es una casona ancestral con portada adintelada y un patio interior con una galería asentada sobre triples arcos de medio punto sustentados por columnas de ladrillo. Según las historias al parecer en esta casa se hospedó Miguel de Cervantes en 1591, cuando visitó Vélez-Málaga como recaudador. En esta casa nació, en el siglo XVII, Fray Alonso de Santo Tomás, supuesto hijo ilegítimo de Felipe IV que llegó a ser obispo de Málaga.


La Cruz del Arrabal, una capilla votiva dedicada a la Cruz y que conmemora la entrada de Fernando el Católico en la ciudad el 3 de mayo de 1487, es un pequeño templete de ocho metros de alto abierto en su frente por un arco de medio punto. El interior, en el que el único elemento que hay es una sencilla cruz, está rematado por una cúpula, y llama la atención de propios y turistas.


La ermita de San Sebastián, fundada en 1487 por los Reyes Católicos en homenaje al escudero real Sebastián Fernández, del cual se dice le salvó la vida a Fernando el Católico durante un enfrentamiento con los musulmanes. De su construcción original, tan sólo queda un arco apuntado que se asienta sobre fuertes pilares, en lo que fue capilla mayor.


En la plaza de la Constitución o de San Juan como es más conocida, se halla la parroquia de San Juan Bautista, fundada por los Reyes Católicos y ampliada en 1499 y 1564. Tiene planta basilical y consta de tres naves con crucero, pero de su originario estilo gótico-mudéjar sólo conserva su imponente torre campanario y parte del exterior, ya que el templo fue objeto de una profunda remodelación en 1853.


Cerca de allí se encuentra el pósito, un almacén de granos que fue construido a mediados del siglo XVIII. Consta de dos pisos, el superior se utilizaba como granero y el inferior como lonja, actualmente el edificio esta deshabitado. Siguiendo el recorrido se puede visitar la Fuente de Fernando VI, construida en mármol, tiene cuatro caños en forma de caras de animales mitológicos.


Otra de las construcciones del casco antiguo es la capilla de la Virgen de la Piedad, construida a mediados del siglo XVIII, se encuentra enmarcada por un gran arco de medio punto, flanqueado por pilastras corintias que sostienen un frontón curvo, y la fachada está rodeada de una terraza-tribuna vinculada, al parecer, al recorrido de las procesiones.


Se puede visitar el convento de Nuestra Señora de Gracia, más conocido como Las Clarisas que fue fundado en 1503 en un edificio insuficiente, la comunidad religiosa se trasladaría en 1555 al actual inmueble, que también fue sometido a cambios necesarios por los terremotos de Lisboa en 1755 y de Andalucía en 1884.


El claustro y la iglesia son las estructuras arquitectónicas de mayor valor artístico. El primero, del siglo XVI y de planta rectangular, está rodeado por una galería de dos pisos con arcos de medio punto sobre columnas, pero no se puede visitar porque la orden religiosa es de clausura. La iglesia, levantada en la segunda mitad del siglo XVIII, es de estilo barroco, y aunque su estructura es muy sencilla, sus paredes están decoradas con gran profusión de elementos. En la plaza de las Carmelitas, se encuentra el convento de Jesús, María y José o de las Carmelitas, que se compone de dos partes: la iglesia y la casa convento. La iglesia fue construida entre los años 1738 y 1745. Su fachada de piedra está diseñada en estilo manierista, en su interior es de líneas muy simples, consta de una sola nave con cabecera convertida en camarín, donde se ubica la imagen de la Virgen del Carmen, y es en el camarín donde la decoración se acentúa y se complica al modo barroco. El convento alberga una pequeña calavera de madera tallada por San Juan de la Cruz.


Otro de los lugares que se deben visitar son las murallas medievales, de las que sólo quedan algunos lienzos y han sido sometidos a varias restauraciones para que no se perdieran del todo. Las murallas, en las que se intercalaban algunas torres, rodeaban toda la medina y disponían de cuatro puertas, pero solamente se conserva una de ellas, la Puerta Real de la Villa, así denominada porque por ella entraron los Reyes Católicos en Vélez-
Málaga en 1487. Se trata de una torre rectangular de fábrica de ladrillo a la que se accede a través de arcos de medio punto.

La iglesia de Santa María de la Encarnación es conocida también por Santa María la Mayor, fue construida sobre la antigua mezquita aljama entre finales del siglo XV y principios del XVI. El templo consta de tres naves separadas por pilares rectangulares sobre los que se asientan arcos apuntados. Las naves están cubiertas por armaduras mudéjares. El retablo del altar mayor, de estilo renacentista, es lo más destacado del interior del templo.


Cerca de esta iglesia, en la cota más alta del núcleo urbano (137 metros de altitud), se levanta la Fortaleza o Alcazaba, actualmente rodeada por los barrios de la Villa y el de Arroyo San Sebastián. Existen restos arqueológicos que confirman que la fortaleza comenzó a levantarse en el siglo X, pero será a partir del siglo XIII cuando adquiera un cierto protagonismo, la Fortaleza ofrece en la actualidad una visión pseudorromántica de un glorioso pasado en ruinas y las mejores panorámicas de la ciudad.


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